miércoles, 25 de enero de 2012

Top Ten: 10 motivos para sentirse un pelotudo/a si uno maneja como se debe


Top Ten: los diez motivos que nos hacen sentir pelotudo/a si manejamos como se debe

Ante todo, partamos de una premisa. Los funcionarios y especialistas en Seguridad Vial siempre hablan de que hay que “educar”, y que el principal problema es la “falta de educacion” vial. Creo que nadie se atreve a decir en voz alta que el verdadero problema es la falta de conciencia del projimo, o en buen romance “me c... en el projimo, y hago lo que se me canta!”
Esta idiosincracia tipicamente argentina es la que hace estragos en el manejo automotriz. La causa de tantos accidentes, muertos y heridos en accidentes no es que la gente no sepa las reglas de transito, sino algo mucho mas grave: la gente conoce las reglas pero no las cumple adrede. ¿Que se puede hacer frente a esto? No puedo presumir de ser una especialista, pero el sentido comun me dice que el organo que mas duele es el bolsillo, o, como diria la rectora de mi colegio “ustedes son hijos del rigor”. De tal modo aprenderemos a cumplir. Con multas diferenciadas (no puede pagar lo mismo el propietario de un Fiat Spazio que el propietario de un Corolla) y que no prescriban.
Pero me fui por las ramas. Aquí el Top Ten, ordenados según su gravedad.

Numero 10: La idea de las bicisendas es buena, pero, como toda buena idea en este pais de milanesas, siempre hay alguien que la arruina por su propio y mezquino interes personal. Y por eso vemos autos estacionados en las bicisendas, a pesar de los artilugios que el propio Gobierno de la Ciudad coloca para evitar ese atropello. Como dice el saber popular “hecha la ley, hecha la trampa”

Numero 9: Ahora somos peatones, y de vez en cuando, llevamos un carrito de bebe, o un changuito de compras, o simplemente estamos muy cargados y nos viene bien la rampita de la esquina. Pero como ¿no habia una rampita aca? Ah, pero el camion se estaciono encima, o los vecinos inescrupulosos pusieron la basura aca, o de tanto transitarla, se hizo añicos. Lo mas triste es para la gente que realmente la necesita, personas en silla de ruedas o muletas, que podrian bajar a la calle mas facilmente si alguien nada interesado en el projimo hubiera estacionado o puesto su basura donde es debido.

Numero 8: Buscamos lugar para estacionar. Damos vueltas y vueltas y ¡milagro!, encontramos un lugar que, a primera vista, parece del tamaño adecuado. Luego de varias maniobras, logramos estacionarlo prolijamente, cuando ¡oh, casualidad!, sale embozado un individuo de dudosa honestidad con un trapito en la mano. Quedan dos opciones.... morderse la lengua y avenirse a la “tarifa” que fija el turbio personaje, o subirse de nuevo al auto y partir en busca de un lugar sin “trapitos” (generalmente opto por esta ultima) Otra solucion, si se debe concurrir a un lugar de concurrencia masiva ¡ir en colectivo! (en mi vida se me ocurriria ir a un recital en auto!)

Numero 7: Ciudad, avenida atestada, y nosotros yendo a paso de hombre detras de un auto lento, lento,leeeeento sin necesidad. Podria ir mas rapido, no tiene a nadie inmediatamente adelante. Pero no, el auto de adelante va lento...hasta que el semáforo se pone amarillo, él pasa, y nosotros nos sentimos unos pelotudos porque tuvimos que frenar en el rojo. Tipica maniobra de taxistas, a los que imagino riendose del pobre gil que se quedó en el semáforo.

Número 6: No somos el auto mas veloz de la autopista, por eso no vamos por el carril extremo izquierdo. Pero hay cada mamotreto andando por el carril inmediatamente siguiente! Vejestorios que se arrastran a menos de 60 km/h, en el carril extremo izquierdo o siguiente. Uno viene a unos respetables y permitidos 100 km/h y tiene que frenar abruptamente para no llevarse puesto a este individuo. Pufffff!

Numero 5: Una situacion inversa a la anterior. Vamos a la maxima permitida, según la ruta: 80, 100, o 120 km/h. Y por el carril extremo izquierdo. Pero hay alguien mas “apuradito” que nos quiere pasar, obviamente, a una velocidad superior a la maxima permitida. Y nos hace lucecitas! Ma'si, pasame y estrellate bien lejos de mi.
Numero 4: Esta es de peatones guapitos. Nuestro auto circula por una calle, con semáforo en verde, obviamente es nuestro turno para pasar. Ah! Pero el peaton es guapo y pasa igual, aunque el semaforo esté en rojo para él, y ese auto venga para pasar en verde. El tipo no solo pasa cuando no le corresponde, sino que no se apura, y encima, te mira con cara de malo. Mi pequeña venganza: como no puedo ni debo pasarlos por encima, protesto con un bocinazo prolongado que los asuste un poco. ¡Hay que mirar el semáforo, caramba!

Numero 3: Mas de una vez estuve a punto de ser arrollada en esta situacion: auto circula por avenida de doble mano, y no tiene ganas de dar toda una vuelta manzana para tomar la calle transversal a la izquierda, entonces, directamente, dobla a la izquierda en una calle sin semaforo para hacerlo. El pobre peaton, que cruza en verde, tiene que correr para que el infractor no lo aplane. Y encima ponen cara de malos porque uno los apostrofa.

Numero 2: Circulamos por una avenida y vemos que el proximo semáforo se pone amarillo. Logicamente (¿logicamente?) frenamos y nos detenemos. Pero al lado nuestro pasan 1, 2, 3 o mas autos con el semaforo ya en rojo. ¿Cuanto tiempo ganaran? Fenómeno muy comun en la provincia de Buenos Aires, parece que los semaforos son lucecitas de un arbol de Navidad prendidas todo el año, sin ningun proposito, dado que nadie les hace caso

Numero 1: Cualquier ruta nacional de una mano por carril, usualmente las mas concurridas, rutas 5,7,8 etc. Circulamos tranquilamente, hasta que advertimos que peligrosamente se acerca el auto que trata de pasar a otro en el carril contrario. Tan peligrosamente, ¡que nos tenemos que tirar a la banquina para que no nos lleve puesto! Buen ejemplo del tipico argentino forro, y despues ¡que no me digan que somos un pueblo solidario!

¿se les ocurre otra situación de transito o manejo en los que se sientan idiotas por cumplir la ley? En una próxima entrada, hablaré sobre otras situaciones que me hacen sentir una idiota por cumplir la ley, pero que no tienen que ver específicamente con el tránsito



2 comentarios:

  1. La situación que más me molesta es la 8. La situación número 1 es difícil de entender. Pareciera que quien la ejecuta está bajo el dominio de un impulso suicida. La macana es que no sólo se muere él, sino que uno la liga de rebote. Ahora, también hay que admitir que los gobiernos se la pasan hablando de la seguridad vial, pero no hacen las obras de infraestructura que deberían. A esta altura del partido, las rutas 8, 5 y 3 deberían ser autovías, como mínimo en todo su recorrido por la provincia de Buenos Aires.

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  2. Hace un rato estaba cruzando una avenida, por la cebra y con semáforo de cruce. Un auto que avanzaba por la transversal en mi mismo sentido doblar por la avenida y yo íbamos convergiendo hacia un mismo punto de la cebra. ¿Qué hizo el automovilista? Obviamente, acelerar para pasar primero, dado que como todos saben la cebra es un dibujito que se hace en los cruces de calles para que queden más lindos.

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