Hoy se conmemora el “Dia
Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia” , en recuerdo
de la fecha que en 1976, un golpe de estado derrocó a la entonces
presidenta Isabel Peron, iniciando una dictadura, que fue mucho mas
sangrienta que otras dictaduras ocurridas durante el siglo XX. Desde
1983, cuando se restableció la democracia, en adelante, mucho se ha
escrito y se ha dicho en torno a los crimenes de la dictadura. Tanto
se ha dicho, que estoy segura de que cualquiera de mi generacion sabe
lo suficiente para estar seguro de que no queremos que ninguna
dictadura militar vuelva a regir el destino del pais.
Y precisamente a eso quiero
referirme hoy: al desmesurado despliegue de informacion, rayana en el
masoquismo, a veces, con la que se bombardea a la opinión pùblica
desde unos años a esta parte. Quisiera decirles a los periodistas,
historiadores y “opinadores” afines al Gobierno, que despliega la
bandera de los “derechos humanos” solo cuando se refieren a las
victimas del Proceso, que estoy harta. Harta de tanto regodeo en las
atrocidades, hartos de las “cazas de brujas” sobre la gente que
lo unico que hizo durante la dictadura, fue tratar de seguir
trabajando para llevar el pan a sus casas, harta de las acusaciones
sobre los opositores al gobierno sobre lo que hicieron durante esos
años.
Seguramente, si algun
convencido de la “cruzada” por los derechos humanos, leyera esto
(dudo que alguno lo haga) preguntaria, cual inquisidor “¿que
hiciste vos el 24 de marzo de 1976?” Y le responderia que me puse
el uniforme y fui al colegio.... ¿me acusaran de colaboracionista
cuando cursaba segundo grado de la primaria?
La dictadura no nacio de un
repollo. Se incubó bajo el calor de la violencia terrorista de
izquierda, primero, y de la contraofensiva anticomunista desplegada
por el gobierno previo al golpe de estado. Isabel Peron, cuyo unico
mérito consistió en ser la viuda del general, quedó a la cabeza
del estado argentino, por la desafortunada muerte de su esposo, que
no podria haberse muerto en un momento peor. Manejada por su
ministro, José Lopez Rega, que sabia mucho mas de horoscopos que de
politica, intentó poner freno a la ofensiva de los movimientos
subversivos con una mal llevada represion. El terrorismo de estado no
empezó con Videla y la Junta Militar, sino con Lopez Rega.
Y aquí empiezan mis
preguntas “incorrectas” (si, casi subversivas, me atrevo a
decir)
¿Por que no se cuenta esta
parte de la historia?
¿Basta con ser elegido por
la mayoria de la poblacion para que un gobierno sea realmente
democratico?
¿Por que se quiere hacer
creer que el gobierno previo a la Junta Militar no tenia mayores
problemas? A los mayores de 45 años les pido que recuerden el
“Rodrigazo” como una muestra de la ineptitud con la que se
manejaba la politica economica del momento.
¿Por que se habla de los
30,000 desaparecidos, y nunca se habla de las victimas del ERP, los
Montoneros y otras organizaciones violentas que buscaban secuestrar
gente para financiar el caos?
¿Por que la poblacion
recibió casi con alivio la aparicion de la Junta Militar? ¿Van a
decir que fueron manipulados por los medios? ¿O era cierto que
muchos ciudadanos comunes temian por sus vidas?
¿Por qué mi madre buscaba
un colegio con una vía alternativa de escape, temerosa de que colocaran una bomba en
una escuela primaria? (esto fue a fines de 1974, cuando estaba por
comenzar mi primer grado)
Recordar a las victimas de
la subversion es parte de la verdad. Condenar a los jerarcas
guerrilleros es parte de la justicia. Y ambas acciones son parte de
la memoria. Mientras solo hablemos de las victimas de la Junta
Militar, y les hagamos creer a quienes no vivieron esa epoca que
Videla y sus secuaces derrocaron un gobierno perfecto, la memoria, la
verdad y la justicia quedaran tuertas.
Aspiro a que algún día podremos dejar atrás definitivamente la década del 70, de modo que ya no busquemos en ella motivos para juzgar al otro. No tiene demasiado sentido, siendo que cada vez somos más los ciudadanos que no vivimos o no teníamos conciencia de lo que estaba pasando en aquellos años. Habiendo aprendido del pasado, construyamos un presente con la vista fija en el futuro.
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